BAJA CALIDAD Y PRECIOS ELEVADOS: Los cítricos, víctimas de la sequía y la inflación

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Los cítricos, principalmente las naranjas, las mandarinas, los limones y los pomelos, requieren una cantidad adecuada de agua para crecer y desarrollarse correctamente. Pero desde 2019 la sequía viene reduciendo la disponibilidad de agua en el suelo, lo que afecta directamente el crecimiento y desarrollo de los árboles cítricos. Esto se traduce en frutas más pequeñas, menos jugosas y con menor contenido de nutrientes.

Productores citrícolas señalan a momarandu.com que la sequía también afecta la calidad del suelo. La falta de agua reduce la actividad microbiana y la fertilidad del suelo, lo que puede llevar a una disminución en la absorción de nutrientes por parte de los árboles. Esto resulta en frutas con un sabor menos intenso y una menor concentración de vitaminas y minerales.

Para combatir los efectos negativos, los productores han implementado diversas estrategias. Una de ellas es el riego eficiente, utilizando sistemas que permiten una distribución precisa del agua, evitando así el desperdicio, pero no es suficiente. También se han desarrollado técnicas de manejo del suelo que mejoran su retención de agua y aumentan su capacidad para nutrir a los árboles, sin mucho éxito.

A pesar de estos esfuerzos, la sequía sigue siendo un desafío difícil de superar, remarcan.

Los productores aseguran que al cierre del primer semestre del año enfrentan pérdidas económicas significativas debido a la disminución de la calidad de los cítricos, singularnente con precios más altos en el mercado, lo cual aleja a los consumidores que también se ven afectados, y ya que no pueden disfrutar de cítricos frescos y sabrosos y a buen precio como solían hacerlo.