Tras el rechazo judicial, Victoria Villarruel apura el trámite para que la Bicameral apruebe el decretazo

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Tras los primeros tropezones de la estrategia trazada por la vicepresidenta Victoria Villarruel en el Senado, el oficialismo arrancará la segunda semana de las sesiones extraordinarias con una obsesión: la integración de la comisión Bicameral de Trámite Legislativo que debe tratar el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 con que el presidente Javier Milei se adjudica poderes legislativos, modifica más de 300 leyes que desregulan toda la economía, pone en remate todas las empresas y activos económicos del Estado y lo faculta a tomar deuda sin límites ni control del Parlamento, entre muchísimas otras medidas. Sin respetar la proporcionalidad de representación legislativa, La Libertad Avanza y sus aliados parlamentarios se garantizaron la mayoría de los asientos en la Bicameral con el objetivo de alcanzar un dictamen favorable al DNU –especialmente luego del revés judicial que sufrió el decreto presidencial esta semana— pero con un futuro más que incierto cuando el debate llegue a los recintos de ambas Cámaras del Congreso.

Mega DNU

Villarruel ya hizo su trabajo. Tras pactar con el resto de la oposición no K en el Senado, relegó a la minoría en todas las comisiones al interbloque de Unión por la Patria, la primera fuerza legislativa en la Cámara alta. Y la vicepresidenta firmó el decreto con el que se garantizó 5 de los 8 asientos que el Senado tendrá en la Bicameral de Trámite Legislativo que debe tratar el DNU 70/2003.

El bloque oficialista y sus aliados tendrán sentados en la Bicameral al libertario Juan Carlos Pagotto (LLA), Víctor Zimmermann (UCR), los macristas Luis Juez y Juan Carlos Romero, junto al correntino Carlos Espínola (UF). Mientras que los cuatro lugares que reclamaba por representación proporcional UxP, quedaron reducido a tres: Anabel Fernández Sagasti, Mariano Recalde y María Teresa González.

El mismo criterio que adoptó Martín Menem en Diputados, donde en acuerdo con otros bloques opositores nombró su propia mayoría de cinco integrantes, relegando a tres los lugares de UxP (que todavía no nombró a sus representantes) sin respetar el acuerdo que se votó para integrar las comisiones por bloque y a través del sistema D’hont en la sesión preparatoria que lo ungió como presidente de la Cámara.

Fuentes parlamentarias de LLA en el Senado, confirmaron a PáginaI12, que la conformación de la Bicameral será la prioridad del oficialismo la semana próxima, y avanzar con el tratamiento del mega DNU que el Gobierno envió ayer al Congreso. Aunque con 10 asientos de los 16 integrantes, entre propios y aliados, la elección de las autoridades de la Bicameral será el primer escollo que resolver la LLA ya que entre los opositores dialoguistas tienen nombres propios que aspiran a presidirla.

El objetivo del oficialismo, en principio, es cumplir con el plazo de 20 días que la Bicameral tiene para expedirse, y lograr un dictamen favorable al DNU. Especialmente para intentar recuperar la iniciativa política, luego de los sucesivos reveses que los distintos fueros judiciales le asestaron al decreto y en particular la decisión de la Cámara Nacional del Trabajo que concedió los amparos presentados por la CGT y a CTA que dejó suspendida la vigencia del capítulo laboral del DNU.

Su tratamiento en el recinto es otro tema. Pese a que desde LLA reconocen que su debate puede llegar al pleno de ambas Cámaras legislativas en cualquier momento, su objetivo es dilatarlo y extender en el tiempo la vigencia del resto del DNU. Mientras tanto apuestan a llegar a acuerdos parlamentarios en un terreno también hostil contra el mega DNU.

Boleta Única Papel

En paralelo, el miércoles volverá a reunirse el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales para buscar “consensos” a favor de la implementación de Boleta Única de Papel como sistema electoral nacional a partir de la elección legislativa de 2015, que LLA, el PRO y la UCR aspiraban sin suerte a convertirla en ley esta misma semana.

La semana pasada, tras un largo y por momentos áspero debate, el opositor dialoguista “Camau” Espínola pidió pasar a un cuarto intermedio para alcanzar “consensos” sobre el proyecto que lo que fue JxC, junto al peronismo no k y partidos provinciales le dieron media sanción en Diputados a mediados de 2022. Todo en medio de la quejas del libertario formoseño Francisco Paoltroni reclamaba “productividad” al senado y el macrista entrerriano Alfredo De Angeli se lamentaba “de otro día triste” por no haber logrado el dictamen a favor.

En tanto, los senadores de UxP, Martín Doñate, Daniel Besansán y Carolina Moisés, no rehusaban al debate pero proponían cambios en el proyecto. Especialmente porque la ley ómnibus que trata la Cámara baja propone la eliminación de las Paso, la creación de un sistema electoral uninominal en todo el país que elimina la representación provincial, de las minorías y la paridad de género, al tiempo que quita el financiamiento del estado a los Partidos Políticos y los topes que las empresas pueden aportar a las campañas electorales, que Doñate definió como “la privatización de la política”.

El propio Espínola sostuvo que está a favor de la BUP aunque admitió públicamente que “hay que pensar en correcciones de su funcionamiento porque algunas pueden hacerse vía reglamentación y otras vía Cámara Electoral. Estamos definiendo si esas correcciones pueden hacerse mediante ciertos mecanismos o si, en cambio, tiene que volver a Diputados”. Una ingeniería legislativa y legal que se intentará poner en marcha este miércoles, no sin cuestionamientos si prospera.

Mientras que los convenios bilaterales con Japón y el Gran Ducado de Luxemburgo, firmados durante el gobierno de Mauricio Macri para evitar la doble imposición fiscal que favorece a grandes holding empresarios radicados en el exterior, quedaron en suspenso luego que la “oposición dialoguista” reclamó que el ministro de Economía. Luis “Toto” Caputo, y la canciller Diana Mondino, expliquen el perjuicio fiscal que los convenios le ocasionarán al Estado argentino.

Por lo que la integración de la Bicameral de DNU y la BUP, serán los ejes centrales a los que se ceñirá la actividad de los senadores en estas extraordinarias a la espera de la suerte que correría la mega Ley ómnibus de 664 artículos en la Cámara baja.