Después del tendal de legisladores y gobernadores ofendidos que dejó la derrota del presidente Javier Milei durante el fallido tratamiento de la Ley ómnibus en la Cámara de Diputados, desde Unión por la Patria ven la posibilidad de redoblar los esfuerzos para que el Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 pueda ser tratado de una vez por todas en la Cámara alta y buscar allí su rechazo. En total UxP tiene 33 senadores y necesitaría cuatro más para llegar al quórum y que el tema pueda tratarse en una sesión especial.
Eso parecía misión imposible hace unas semanas pero, de manera paradójica, fue el propio Milei el que estuvo trabajando para allanar el terreno. Lo hizo con sus insultos y agravios constantes a diputados y gobernadores de la oposición amigable que, poco a poco, siguen incrementando sus niveles de hartazgo. La dificultad más grande que hoy UxP tiene para que el DNU pueda ser tratado en el Senado es la negativa de la vicepresidenta Victoria Villarruel a convocar a una sesión especial. Pese a los insistentes pedidos, hace caso omiso y no habilita la convocatoria.
Tras la derrota legislativa, y desde Israel, Milei tuvo un ataque de ira y no dejó de postear, repostear y laikear todo tipo de agravios a quienes necesita de aliados por su debilidad en ambas Cámaras —en Diputados solo responden a él 38 legisladores y en el Senado apenas 7—. Por empezar, antes de la votación en el recinto, mientras el gobierno negociaba, Milei llamó a los diputados de los bloques dialoguistas “valijeros”, “coimeros”, “idiotas útiles”, y hasta se burló de ellos diciendo que era un milagro que trabajen en enero.
A él se sumó el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala, que declaró que “los gobernadores son animalitos de gastar y donde vean que pueden sacar algo más para llevar agua a su molino, lo van a hacer”. La UCR sacó un comunicado repudiando estos dichos, que se sumaron a las palabras del diputado del espacio, Julio Cobos, que, días atrás, salió a responder a Milei tras la acusación que él hizo a los legisladores por supuestamente “no querer trabajar en enero”. El gobernador Alfredo Cornejo, también de la UCR, firmó un comunicado pidiendo que no les “falten el respeto”, y Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes, pidió “más práctica política y más pericia legislativa para poder sacar las leyes”.
Milei puso como blanco de su odio a un grupo de gobernadores en particular: a Hugo Passalacqua, gobernador de Misiones, y a Rolando Figueroa, de Neuquén, cuyos diputados forman parte del bloque Innovación Federal, que no acompañó a LLA en el recinto y también se enfureció con el gobernador de Salta Gustavo Sáenz y, en menor medida, con el de Río Negro, Alberto Weretilneck. Muchos mandatarios estaban esperando ver qué ocurría con el proyecto de ley ómnibus para recién definir cómo mover sus fichas en la discusión por el DNU. Ante el enojo por los maltratos del Poder Ejecutivo Nacional, puede abrirse una puerta para el rechazo que busca UxP en el Senado.
En UxP tienen muy en claro que lo que ocurrió el martes en Diputados no significa que se trate o que se pueda hablar de una “nueva mayoría” en contra del gobierno, ni mucho menos. Son conscientes de que en el Congreso, y sobre todo en la Cámara de Diputados, hay que manejarse con mucha prudencia. Sin embargo, el enojo de los radicales y, sobre todo, de tantos gobernadores, puede llegar a ser una buena noticia para los senadores del peronismo que siguen presionando a Villarruel para que convoque a una sesión especial y puedan tratar el mega DNU que sigue vigente, aunque sufrió varios embates judiciales. La estrategia sería avanzar por ese lado y no por la Cámara baja.
Villarruel, sin embargo, es la que debe habilitar la sesión y no tiene, por ahora, ninguna intención de hacerlo. Los senadores del interbloque de UxP habían enviado el 24 de enero una carta dirigida a Villarruel en la que solicitaban “tenga a bien convocar a una sesión especial, a celebrarse el primero de febrero, a las 14, con el objeto de considerar el DNU 70/2023”. La misiva llevaba las firmas del presidente del interbloque y del bloque Frente Nacional y Popular, José Mayans (Formosa), de la presidenta del bloque Unidad Ciudadana, Juliana Di Tullio (Buenos Aires), Juan Manzur (Tucumán), Anabel Fernández Sagasti (Mendoza) y Sergio Leavy (Salta).
Pero Villarruel no convocó una sesión especial y por eso los senadores de UxP hicieron una conferencia de prensa la semana pasada en la que le exigieron que lo hiciera. Allí Mayans dijo: “Le reclamamos a la Vicepresidenta que no cierre el Senado, ella tiene que llamar de forma inmediata al tratamiento del DNU”. Todavía no hay novedades y los senadores de ese espacio dijeron a este diario que seguirán insistiendo hasta lograrlo. Se tratará de una definición política que difícilmente Villarruel pueda tomar. Por eso deberán seguir presionando desde la oposición.
Durante el miércoles también corrieron rumores sobre la posibilidad de que la UCR acompañe en el Senado la negativa al DNU de Milei. Eso, sin embargo, no es seguro ni está confirmado. El presidente de bloque de la UCR, Rodrigo De Loredo, quedó muy golpeado después del fracaso del martes en el recinto. De hecho, lloró durante una entrevista que le hicieron en la puerta del Congreso al hablar del tema. Facundo Mannes, en cambio, salió fortalecido por más que su postura no fue la mayoritaria dentro del bloque. También habrá qué ver qué decisión toma y cómo se reposiciona el presidente del radicalismo, Martín Lousteau.
El próximo capítulo de esta historia todavía no está escrito. Desde Unión por la Patria, sin embargo, son cautos: “Acá nunca hay que acelerarse ni ir un paso más adelante de lo que te da el cuero”, repiten en conversaciones internas y creen que es momento de que comience a jugar el Senado. En Diputados, claro, el clima quedó tensionado después de semanas de arduas negociaciones entre el oficialismo y los bloques amigables que, en su totalidad, fracasaron.