Después de la multitudinaria movilización de docentes y médicos pediatras que comenzó en la legislatura provincial y terminó en la puerta del domicilio del gobernador Hugo Passalacqua con la represión de Gendarmería e Infantería, la ciudad de Posadas amaneció este viernes con otros focos de conflicto que le dan continuidad a las protestas callejeras contra la administración del Frente Renovador de la Concordia que ya llevan más de una semana.
Trabajadores del sindicato de Luz y Fuerza realizaron asambleas en todas las reparticiones de Energía de Misiones Sociedad Anónima, la empresa estatal que abastece de suministro a la provincia. Los reclamos del gremio habían comenzado en la tarde del jueves, cuando varios operarios se apostaron frente al edificio central de EMSA en reclamo de la apertura de negociaciones paritarias, mientras que hoy decidieron ampliar su zona de acción.
Los trabajadores del rubro energético aseguran que ya existen acuerdos de haberes a nivel nacional que Misiones aún no homologó, mientras que también denuncian deudas salariales impagas de parte de la empresa. De no alcanzar un acuerdo, los representados por Luz y Fuerza analizan recrudecer las medidas de protesta.
Mientras tanto, los policías transitan su octavo día de acampe frente al Comando Radioeléctrico de Posadas. La novedad es que, después de varios días sin negociación con el gobierno provincial, los efectivos apostados sobre varias cuadras de la avenida Uruguay recibieron a última hora del jueves una nueva oferta, la tercera desde que comenzó el conflicto, aunque lejos aún del 100 por ciento de recomposición salarial que reclaman.
No obstante eso, el subcomisario mayor retirado Ramón Amarilla (principal portavoz de los uniformados en alza) dijo esta mañana que van a “llevar una propuesta” a la Jefatura de Policía, el lugar donde se vienen celebrando los encuentros hasta ahora infructuosos entre los efectivos en disputa y las autoridades gubernamentales. “Todos sabemos que una negociación siempre es un tire y afloje, así que debemos tener un margen; uno pide algo, pero sabiendo bien que no se va a conseguir eso”, reconoció Amarilla en un discurso que ya no es tan irreductible como los anteriores, cuando postulaban que el reclamo era “100 por ciento de aumento o nada”. En ese sentido, concluyó: “Nuestra voluntad está a la vista, esperemos que el gobierno haga un esfuerzo extraordinario para destrabar esta situación”.
Mientras tanto, los docentes siguen con su acampe en la misma calle Uruguay, aunque al otro lado de Trincheras de San José, la línea divisoria entre las posiciones de los trabajadores de la educación y los policías. Las acciones se replicaron más allá de Posadas con intervenciones en el interior misionero que van cambiando de posta según el día. En la mañana de hoy, por ejemplo, hubo cortes en San José, San Vicente, Jardín de América, el departamento de Iguazú y distintos tramos de las rutas 12 y 14.
De momento ni el gobernador Passalacqua ni sus ministros hicieron declaraciones públicas respecto de lo sucedido ayer en la marcha de docentes y médicos, a pesar de que el ministro del Interior de la Nación, Guillermo Francos, volvió a repetir esta mañana en una entrevista radial que “el conflicto lo tiene que resolver la provincia”.