Caso Loan: la indagatoria al matrimonio del marino retirado y la ex funcionaria duró ocho horas en el juzgado federal de Goya

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Fue una jornada extensa en el juzgado federal de Goya, en Corrientes, en el marco de la causa por la sustracción de Loan Danilo Peña (5). Comenzó con la declaración de un testigo llamado a último momento bien temprano por la mañana y siguió con las indagatorias al matrimonio de María Victoria Caillava y el capitán de navío (RE) Carlos Pérez.

Entre ambos, estuvieron ocho horas frente a la jueza Cristina Pozzer Penzo.

La que finalmente no fue indagada este jueves, como estaba previsto, fue Mónica Millapi. La mujer, en principio, lo hará este viernes por la tarde por Zoom desde el penal de Salta o, en su defecto, el próximo lunes, como estaba organizado originalmente.

La jornada en el juzgado de Pozzer Penzo comenzó con la testimonial a Alberto Pachucho Moreira. Su nombre entró en la causa luego de que este miércoles, en una entrevista televisiva, contara y mostrara un video del controversial hallazgo de las huellas que culminaron con el secuestro del botín del niño en el barro muy lejos de lo que se considera la zona cero, una prueba que para los investigadores fue plantada.

“Andábamos por ahí, con amigos, y encontramos las huellas. Así que le avisamos al vice intendente”, dijo sobre Luis Alberto González, en diálogo con TN. Y luego mostró las imágenes que tenía en el celular, grabadas el 14 de junio a las 11 03, un día después de la desaparición de Loan.

Luego de la testimonial, que no trascendió; fue el turno de las indagatorias al matrimonio más controvertido del caso Loan. Caillava, ex funcionaria municipal, estuvo ante la jueza y los fiscales federales Mariano de Guzmán, Marcelo Colombo y Alejandra Mangano por tres horas: desde las 11 hasta las 14, acompañada por su abogado Tito González.

A Caillava la imputaron por la sustracción del menor y por el delito de amenazas en base a lo que había dicho Laudelina Peña en su primera indagatoria, cuando sostenía la versión del accidente y pregonaba que había plantado el botín del nene bajo intimidación de la funcionaria pública.

Pérez, en tanto, fue indagado por casi cinco horas: comenzó pasadas las 15 y terminó cinco minutos después de las 20. Al capitán de navío (RE) lo acusan de la sustracción del menor.

Pero, ¿qué sospechas tiene la Justicia sobre ellos? Más allá de que el rastro de los perros indicó que el nene nunca salió de la zona cero, comprendida entre la casa de la abuela Catalina del paraje Algarrobal y el naranjal; de los llamados entre los sospechosos y de la contundente Cámara Gesell que les hicieron a los otros niños que estaban ese 13 de junio en que desapareció Loan.

En los vehículos de Pérez y Caillava, una Ford Ranger blanca y el Ford Ka, se llevaron a cabo pericias de Luminol y con canes, “las cuales arrojaron marcas positivas respecto de la presencia del menor”: rastros odoríferos en los asientos traseros; e incluso se obtuvo una muestra biológica de la camioneta de la que se espera el resultado del cotejo de ADN; y el reactivo químico Blue Star Forensic arrojó resultado positivo en un sector situado en la parte interna del baúl del coche.

Pérez y Caillava, en un momento posterior a las 14.24 de la desaparición de Loan, se retiraron del domicilio de Catalina porque a las 15 jugaba River Plate y Deportivo Riestra. Fueron los primeros en retirarse del lugar la Ford Ranger blanca.

“Además, habrían concurrido al almuerzo con una conservadora cuyo contenido no pudo ser determinado por los demás asistentes, y que no fue hallada en los domicilios allanados, tanto en 9 de Julio como en la provincia de Chaco, donde habrían estado al día siguiente, ni en los vehículos secuestrados al momento de la detención”, es el punto que se resaltó. Nada se sabe, aún más de un mes después, de esa heladera.

También resultó sospechoso que Caillava llamó a la Policía de 9 de Julio, dando aviso de la desaparición del niño, casi una hora y media después de iniciada la búsqueda. Y no se comunicó con la Comisaría de 9 de Julio, sino con un agente amigo porque “no tenía el número”. Ahí, los investigadores remarcaron que les resultaba “llamativo, considerando los distintos cargos públicos desempeñados por la imputada”.

Pérez y Caillava regresaron a la zona de búsqueda después de las 16. Por lo relatado por Camila, vio “a su tía Laudelina saliendo por el costado de la escuela abandonada y, detrás de ellos, la camioneta Ford Ranger de los imputados”.

José, el hermano de Loan, contó sobre eso: “Cuando entro al camino de tierra para ir a lo de mi abuela, delante de mí iba la camioneta Ford Ranger de Caillava…, Pero no fueron para lo de mi abuela, sino que pararon antes, en la casa de unos vecinos de apellido González”.

Y María, la mamá del nene desaparecido, dijo que ella se bajó en la curva, donde estaba la escuela abandonada, “ni bien observó a Laudelina en el lugar”.

Hay que recordar que la tía de Loan declaró, antes de decir que había mentido, que en ese lugar Caillava le habría dado el botín para que lo plante bajo amenaza.

Con la búsqueda todavía en curso y ya cerca de la medianoche, Pérez y Caillava estuvieron en la guardia del Hospital Romero de 9 de Julio. Según una testigo, observó la camioneta del matrimonio estacionada en el playón.

“Me la crucé a Victoria saliendo y saludó. Tenía la cara colorada (…). Vi que la enfermera declaró en su momento que tenía una crisis de tos y yo en ningún momento la escuché toser. Yo estuve quince o veinte minutos en el pasillo de la guardia caminando con mi hija en brazos y nunca la escuché toser”, dijo

No menor es que al día siguiente el matrimonio se ausentó, con la autorización del comisario Walter Maciel, ahora detenido, hacia Chaco a bordo de un Ford Ka.