El Chiqui Tapia cumplió su promesa y llevó la Copa América a la Difunta Correa: “Una vez más acá”

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Claudio “Chiqui” Tapia viajó a San Juan para mostrarle el trofeo de la Copa América 2024 a la Difunta Correa. El presidente de la AFA compartió un video en sus redes sociales donde mostró parte de su experiencia en el pueblo de Vallecito.

Al igual que con la Copa América 2021, el trofeo de la Finalissima y la Copa del Mundo 2022, el dirigente fue hasta el Santuario de la Difunta Correa para agradecerle por el último título obtenido en Estados Unidos.

“Volveré siempre a San Juan, mi zona de promesas, de familia, del recuerdo latente de mi viejo. Una vez más acá, cumpliendo con la Difunta Correa, acompañado de mi hijo”, escribió Tapia en su cuenta de Instagram.

En ese sentido, agregó: “¡Gracias a mi querido San Juan por el cariño de siempre!”. En la grabación se puede ver al presidente llevando el trofeo y sacándose fotos con los hinchas que se acercaron a saludarlo y felicitarlo por el título.

La desopilante broma que De Paul y los jugadores de la Selección le hicieron a un dirigente de la AFA

Rodrigo De Paul reveló la desopilante broma que le hicieron a la persona encargada de repartir las entradas de la delegación durante el Mundial de Qatar 2022. En una entrevista en Olga, el volante de la Selección argentina contó, además, cómo surgió la idea de entrar de noche a la habitación de los dirigentes de la AFA mientras dormían.

“En el Mundial dijimos: ‘vamos a caerles a los dirigentes’. Nos encapuchamos bien, le pedimos a Marito (el utilero) la llave mágica y arrancamos para arriba con baldes de agua fría”, comenzó.

Y luego continuó entre risas: “Vimos al chico que reparte las entradas: el tipo estaba durmiendo y roncando. Y las entradas ahí, arriba de la mesa, así que nos las llevamos. El tipo no murió de casualidad”.

“Al otro día se levantó, empezó a pedir las cámaras del hotel. Nosotros no dijimos nada, pero yo las tenía guardadas en el cajón. Pedía por favor y nosotros le dijimos que no las teníamos”, relató el Motorcito de la Selección.

Finalmente, De Paul y sus “cómplices” terminaron confesando el “robo” para evitar que la persona en cuestión se alterara aún más.