El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio de baja su candidatura para la reelección en el cargo y en Casa Rosada crece la preocupación. Javier Milei y todos los “libertarios” jugaron fuerte por la candidatura de Donald Trump y el republicano, si bien tenía el camino casi allanado para llegar a la presidencia con un contrincante como Biden —sobre el que hay dudas sobre si sufre deterioro cognitivo y cada vez tenía más lapsus, actitudes dubitativas y faltas de reacción—, ahora podría estar en graves problemas. En paralelo, aunque a miles de kilómetros de distancia, el que también está en problemas es el gobierno argentino. El oficialismo local necesita con urgencia que el FMI le preste más dólares al país y confían que, si gana Trump, algo obtendrán por el alineamiento ideológico que tienen con el candidato. El escenario se ve oscuro si, en cambio, los que triunfan son los demócratas. En Casa Rosada, por las dudas, ya se atajan y dicen que ellos “no jugaron a favor de ningún candidato” durante la campaña estadounidense.
La elegida por Biden, y la que más suena para ser su reemplazo en la candidatura, es la actual vicepresidenta, Kamala Harris. Ella es hija de padres inmigrantes, feminista y luchadora por el derecho al aborto. Además, fue la primera mujer afroamericana que llegó a ser vicepresidenta. En medio de la preocupación, habiendo apostado fuerte por Trump, y con miedo de que Harris —que además de ser demócrata tiene un perfil completamente contrario al de los “libertarios”— pueda ocupar el cargo de presidenta de EEUU, desde Balcarce 50 ya se atajan: “Nosotros somos aliados naturales de USA, al margen de quien gane”, dicen. Desde el círculo íntimo del Presidente agregan que ellos “no jugaron de manera partidaria por ningún candidato”, y que “siempre dijimos que nuestro alineamiento excede lo partidario”. Esperan que Trump finalmente gane, pero, por las dudas, ya están rogando a las fuerzas del cielo: “Esperamos que se pondere más la alianza estratégica que lo partidario”, expresan.
Más allá de que ahora intenten negarlo, el alineamiento de Milei con Trump es casi total. El propio Presidente lo aclaró en una entrevista que dio el viernes cuando dijo: “Me gustan más los republicanos y me cae mejor Donald Trump”. Desde que asumió el gobierno, además, el mandatario argentino viajó a EEUU cinco veces y nunca se juntó con su par, el presidente Biden. En cambio, según revelaron investigaciones periodísticas, el gobierno pagó casi 38 millones de pesos para que Milei viaje a sacarse una foto con Trump y estar con él un minuto y medio en la Conferencia de la Acción Política Conservadora, que se desarrolló entre el 21 y el 24 de febrero en Maryland. Por otra parte, cuando hace tan solo unas semanas el candidato republicano sufrió un intento de asesinato durante un acto de campaña, Milei salió a respaldarlo de manera inmediata y denunció, sin ningún tipo de prueba, que el atentado era “obra de la izquierda que quiere atornillarse en el poder”.
Los posteos del ejército troll
Por otra parte, tanto desde la cuenta de X del Presidente, como desde las cuentas de la de la gran mayoría de sus funcionarios —incluidos los influencers que funcionan como trolls del gobierno y muchos de ellos trabajan desde Casa Rosada—, son replicadores seriales de posteos, memes, notas y comentarios a favor de Trump y muy críticos a Biden y Kamala Harris. Juan Pablo Carreira, Director Nacional de Comunicación Digital de Presidencia, por ejemplo, tras enterarse de la noticia de la baja de la candidatura de Biden compartió un video y puso: “Un senador demócrata llorando al aire porque no le dejaron a Biden ser candidato”. Y también denunció que “Kamala siempre fue la representante de Soros en la Casa Blanca”, además de otros posteos a favor de Trump.
El domingo por la noche también apareció Ramiro Marra, el legislador porteño de LLA, que, preocupado por la situación y creyendo que Biden era el mejor contrincante para que Trump gane, dijo: “Que falta de responsabilidad es que en las primarias hayan votado cientos de miles de personas para elegir a Biden y ahora unos pocos convencionales discrecionalmente elijan a otro. Es una manipulación para poder sacar un rédito electoral”. El “Gordo Dan”, el tuitero en jefe al que se lo ve casi todos los días por los pasillos de Casa Rosada, se jactaba de manera jocosa de haber anticipado que “Gagagaiden” iba a abandonar su candidatura. En resumidas cuentas: será difícil para los libertarios dar vuelta el discurso e intentar, como ahora intentan desde el círculo íntimo del Presidente, decir que no jugaron por ningún candidato y que esperan que, gane quién gane, los ayuden con las negociaciones en el Fondo y les presten dólares.
Fondo de olla
Milei y su entorno se encargan de reforzar todo el tiempo el alineamiento con EEUU e Israel. El propio Presidente lo dijo de manera literal en la última entrevista que dio. Sin embargo, el vínculo que tiene LLA con el FMI es tenso. El Fondo no desembolsa los dólares que el gobierno necesita y, además, en Casa Rosada opinan que “más escandaloso que el préstamo a Macri, es lo que el FMI hizo con Massa por toda la guita que le dieron aún cuando no cumplió ni una sola cosa de los acuerdos”. En esa línea, por más que opinan que el alineamiento de ellos “es con Estados Unidos como país y no con el partido gobernante”, dicen que los demócratas “son peronistas” y que, por eso, “le prestaron plata a Massa”, y no a ellos.
El mandatario viene dando una batalla en el FMI para que corran de las negociaciones al chileno Rodrigo Valdés, director del Departamento del Hemisferio Occidental, que funciona como interlocutor del país con el organismo, y hasta lo criticó durante una entrevista radial hace unas semanas. Sin embargo, no obtiene resultados. La gestión anterior, con Massa al frente de Economía, había intentado lo mismo y tampoco tuvo éxito. La única esperanza que le queda al oficialismo es que Trump triunfe y que vuelva a incentivar un préstamo político/partidario al país, como hizo con Mauricio Macri en 2018. Este domingo, la ilusión de los “libertarios” sufrió un golpe.