La canasta de crianza de la primera infancia, niños y adolescentes se ubicó entre 388.184 pesos en octubre para infantes menores a 1 año y 479.723 para niñas y niños de 6 a 12 años, según informó Indec el jueves. Estos valores marcan un aumento de 4,9 y 4,2 por ciento respectivamente contra el mes anterior, un aumento muy superior al de la inflación medida por IPC en igual período (2,7 por ciento en octubre). Es una pauta que abona a la visión de que debe corregirse la canasta del IPC porque está subvaluando la inflación verdadera.
De acuerdo a los datos desagregados por Indec y según la edad de los infantes, el costo de la crianza ascendió a 388.184 pesos en el caso de niñas y niños menores a un año de edad en octubre de este año, contra 156.868 pesos en octubre de 2023, lo cual muestra que casi se triplicó el costo de solventar a un niño o niña. En el caso de personas entre uno y tres años de edad, el valor de la canasta de crianza fue 460.220 pesos, mientras que para infantes de entre cuatro y cinco años fue 381.230 pesos y para adolescentes de entre seis y doce años llegó a 479.723 pesos, que si se contrasta contra los niveles de un año atrás (187.057 pesos) revela que casi se cuadruplicaron los costos.
A su vez, respecto del mes anterior, la canasta para infantes menores a 1 año subió 4,9 por ciento, mientras que para niñas y niños de 6 a 12 años creció 4,2 por ciento mensual. Son variaciones muy superiores a la del IPC en igual mes, que hablan de “otra inflación” presente y que es subvaluada por el índice. No son pocas las voces que advierten que la desaceleración que tanto ilusiona al presidente Milei no es tal en los hechos, pero el presidente rechaza cualquier cambio metodológico.
En un contexto de encarecimiento de casi todos los precios de la economía, el costo de la crianza no se queda atrás. Educación, materiales escolares, traslado, alquiler, alimentación y vestimenta son algunos de los capítulos que involucra el costo de los bienes y servicios incluidos en la canasta de crianza. Pero también tiene en cuenta el precio de las tareas de cuidado, que surge a partir de la valorización del tiempo requerido para esas labores, en línea con las ponderaciones que –en julio de 2023- había provisto el Ministerio de la Mujer, Géneros y Diversidad.