Es por los aumentos en los precios de los remedios, que están un 40% por encima de la inflación. influye una reducción de las coberturas.
Por ejemplo, además de haber sufrido una fuerte restricción al acceso de medicamentos necesarios para vivir, los jubilados y pensionados pagaron remedios 40% más caros que la inflación de 2024. Un informe privado expuso la disparada de precios en uno de los mercados más sensibles de la economía y el impacto en los afiliados al Pami. En el último año se dejaron de vender casi 18 millones de unidades.
A ello se suma que las mediciones de diciembre de 2024 presentan además una preocupante caída en las compras de medicamentos. En la comparación interanual, la caída en la compra de remedios recetados fue del 14%, equivalente a 5.100.000 unidades. Cuando se compara con el mes previo que consagró victoriosa a La Libertad Avanza en las últimas elecciones presidenciales, la caída es mayor: 35% menos en las compras de medicamentos recetados (representa 17.380.000 unidades mensuales).
Con “unidades” se hace referencia a envases de medicamentos que se dejan de comprar, es decir que la cifra indicada corresponde a tratamientos caídos cada mes.
El desplome en las compras de medicamentos a través de Pami fue mucho mayor: se verificó una caída del 22% durante 2024, lo que representa 3.700.000 unidades. Si se compara diciembre de 2024 con octubre de 2023, la reducción es aún peor: 32% (6.400.000 unidades).
Como consecuencia de la falta de regulaciones, se observaron grandes diferencias entre los precios de distintas marcas de medicamentos muy usados; por ejemplo: amlodipina (antihipertensivo), atorvastatina (hipolipemiente), losartán (antihipertensivo), clopidogrel (antitrombótico), paracetamol (analgésico), ciprofloxacina (antibiótico), ibuprofeno (analgésico), salbutamol (broncodilatador), enalapril (antihipertensivo), fluconazol (antimicótico), entre otros. Esto se explica por el “bajo cumplimiento y deficiente difusión de la Ley 25649 de prescripción por nombre genérico y por la inclusión de marcas comerciales en las recetas -aún en las de obras sociales, incluido el Pami- en favor de las marcas más costosas, sin fundamento”, sentenció el informe.
SIN REGULACIÓN
Esto tiene explicación, y se debe a que una vez finalizados los acuerdos que se venían sosteniendo con los laboratorios hasta octubre de 2023, comenzaron a verificarse importantes aumentos en los precios de los medicamentos. Según el Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (Ceprofar), actualmente “no hay ningún tipo de regulación; como consecuencia, hay mucha variación en los aumentos que aplicaron los laboratorios durante 2024 (entre el 54 por ciento y el 133 por ciento)”. Cuando se compara con noviembre de 2023, los precios se mantienen en promedio un 40% por encima de la inflación.
Algunos laboratorios dejaron de aumentar los precios desde septiembre de 2024, “quizás debido a las caídas en las ventas y a que las compras se están volcando a alternativas genéricas, o bien a que se compensaron sus ingresos con los fuertes aumentos a los medicamentos Pami”, analizó el documento.