Cómo sigue la economía de Milei

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En el primer día de funcionamiento de las “bandas de flotación” el precio del dólar oficial quedó en 1.230 pesos. La suba del 13 por ciento quedó en un punto medio entre los 1.000 y los 1.400 pesos que estableció el nuevo régimen cambiario. Los mercados reaccionaron al alza y las listas de precios en comercios empezaron a llegar con subas. Cómo sigue el nuevo esquema y cuáles son las consecuencias para el poder adquisitivo de las familias, según los especialistas.

Luego de firmar el acuerdo con el FMI, el Gobierno se encontró con lo que negaba públicamente: una nueva devaluación de la moneda. La segunda durante el año y cuatro meses que lleva la gestión de Javier Milei.

“Este plan busca la devaluación, veremos si es del 10, del 20 o del 30 por ciento, porque para saberlo hay que esperar que pasen unos días. Que lo de hoy (por el lunes) se venda como un éxito porque el dólar no trepó al tope de la banda resulta contradictorio: este plan busca que el agro liquide y también tiene que resolver el problema de rentabilidad. Entonces lo que necesita es la devaluación”, aseguró a PáginaI12 Agustín Lodola, economista de la Universidad Nacional de La Plata.

El salto cambiario implicará un traslado a precios con la consecuente pérdida de poder adquisitivo de los salarios, que aún no se recuperaron del primer sacudón devaluatorio.

“Este primer día hábil el régimen cambiario tuvo una muy buena repercusión en el poder económico local e internacional, pareciera como una celebración y eso era esperable, con el apoyo de los bonistas y las acciones para arriba”, afirmó a Hernán Bergstein, economista y consultor pyme, quien además advirtió que “el pueblo va a sufrir las consecuencias de estas políticas con efectos a corto y mediano plazo por el aumento del costo de vida, y a largo plazo por el programa general que plantea el FMI”.

Aumentos de precios y destrucción de ingresos

Por su parte, la economista Silvina Batakis aseguró a este diario que “el anuncio reconoce un atraso cambiario e implica una devaluación, además de distintos y serios condicionamientos para lograr el superávit fiscal y así poder cobrar sus abultadas cuotas del préstamo. Eso recaerá sobre el sistema jubilatorio, sobre los trabajadores y tendrá endeudados a niños que todavía no han nacido”.

En el mismo sentido, Lodola sostuvo que a corto plazo la inflación va a subir: “El Gobierno sinceró que no todo estaba saliendo acorde al plan. El Fondo adelantó bastante dinero para estabilizar el precio del dólar, pero incrementamos la deuda con una salida del cepo engañosa porque es solo para personas humanas. La devaluación rápidamente se traducirá en más pérdida de poder adquisitivo de los salarios y sigue faltando de dónde vamos a sacar los dólares para repagar la deuda y qué modelo de país tenemos”.

“Hacia futuro, lo cierto es que el dato de Índice de Precios al Consumidor no fue bueno, se acelera la inflación y este aumento del 10 al 15 por ciento en el oficial tendrá impacto en precios, sin dudas”, señaló a Página 12 el economista Pablo Pereira, docente de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav) y de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Las bandas y la intervención del Central

La “libre” flotación entre bandas también fue criticada por ocultar la intervención del Banco Central para que el valor no tocara el techo establecido. “Hoy pusieron una orden de venta de 50 millones de dólares, por ende el Gobierno está teniendo la intención de intervenir para que quede en 1200 pesos y eso no se podría hacer en el esquema que el FMI sostiene. Van a sostener el tipo de cambio porque van a intervenir y se va a mantener estable en las próximas semanas”, explicó la economista y diputada nacional Julia Strada, en declaraciones radiales.

“El sistema de bandas pretende anclar expectativas hacia el futuro y hoy el dólar se situó en un punto medio entre el oficial y el paralelo porque el Gobierno espera que no haya demasiadas presiones sobre la moneda extranjera y que el campo liquide”, analizó Pereira.

Este lunes, la administración libertaria comunicó que el julio se termina la baja temporal de las retenciones. “Avisen al campo que si tienen que liquidar, que lo hagan ahora”, dijo el presidente Javier Milei a la prensa. De esta manera, para mediados de año, la soja volvería a pagar derechos de exportación del 33 por ciento.

“El gobierno fue al FMI porque no le cierran los números y apareció esta negociación donde se va de un sistema cambiario a otro. Para ver si este nuevo régimen es creíble o no hay que tener en cuenta tres factores: 1) de cuánto será la liquidación del agro 2) el nivel de la tasa de interés y si los inversores se van a posicionar en instrumentos en pesos 3) los desembolsos y el rol de Fondo”, detalló Pereira.

La Argentina reprimarizada

Para el ex secretario de Comercio, Roberto Feletti, el acuerdo con el FMI reedita otros momentos de la historia reciente del neoliberalismo en el país: “sectores que se varolizan financieramente entre pesos y dólares, y cuando los dólares se empiezan a acabar salen apresuradamente de los pesos para llevarse el dinero afuera. Pasa recurrentemente porque hay una burguesía extranjera y nacional que se han acostumbrado a ganancias fáciles cada 15 años y someten a la Argentina a este tipo de crisis”.

“En la letra del acuerdo de 134 páginas donde el Gobierno transparenta lo que quiere cómo modelo aparece un país muy primario: se prevé que vamos a exportar petróleo, gas, litio pero no vamos a importar mucho y eso es que no va a haber ni industria ni trabajo”, se lamentó Lodola.

En 2024 la política económica que implementó la Libertad Avanza generó, ajuste mediante, 18 mil millones de dólares de excedente en la balanza comercial y “nos encontramos con que ese dinero que hubiera servido para estabilizar la economía se fue por el mecanismo de bicicleta financiera y como ahora no está la plata Milei convocó al FMI. Entonces, al igual que en otros momentos, tarde o temprano significa pérdida de derechos laborales, de seguridad social y de infraestructura”, opinó Feletti.

Por su parte, el economista Claudio Lozano denunció en Página/12 que “el acuerdo con el FMI es una estafa porque el crédito representa 1324 por ciento de la cuota que Argentina paga, razón por la cuál parte de los integrantes del staff del Fondo no firmaron”.

Un escenario de recesión

Sobre ese punto, advirtió respecto al rumbo hacia donde se enfoca el proyecto libertario. “Vamos a tener la puesta en marcha de un nuevo proceso de ajuste con el cepo que se mantiene para personas jurídicas, el control de los ingresos para garantizar que las paritarias no superen la evolución de los precios de alrededor del 10 por ciento y la suba de la tasa de interés -que ya se dio en el marco de la licitación de hoy- para inducir un mayor parate de la actividad económica”.

“Esto constituye un escenario de recesión, con poco perspectiva de estabilidad que genera en un país bimonetario la referencia de una banda que tiene como expectativa los 1.400 pesos”, sintetizó Lozano.

Sobre estas exigencias del FMI que incluyen reformas tributaria, laboral y previsional y privatizaciones de empresas y agencias públicas Batakis consideró que “limitan, y con cada acuerdo más, la soberanía para decidir las políticas públicas. El Fondo siempre quiere que sus deudores tengan superávit fiscal para garantizar el repago, entonces va a continuar con la exigencia de acumulación de reservas genuinas”.

Y concluyó: “Esto nos deja en una situación muy compleja e hipoteca hasta a los argentinos que aún no nacieron”.