La ciudad de Goya atraviesa una tragedia sin precedentes: en el mes que coincide con las elecciones, 9 personas se quitaron la vida, la misma cantidad que en promedio ocurre en todo un año. En las últimas horas se sumaron dos nuevos casos, uno de apenas 13 años y otro de 20, que estremecen a toda la comunidad.
Mientras tanto, la ausencia del Estado es cada vez más evidente. No existen políticas de prevención, acompañamiento ni espacios de contención que estén a la altura de la gravedad de esta crisis.
Hoy, Goya se encuentra de luto. Las familias quedan solas, sin respuestas, sin un Estado presente que pueda tender una mano en momentos de desesperación.
¿Cuántas tragedias más deben suceder para que el municipio se haga cargo?
La salud mental no puede seguir siendo ignorada.
Goya necesita con urgencia acciones concretas: prevención, equipos especializados, acompañamiento a las familias y políticas serias que detengan esta cadena de dolor.
Cada vida que se apaga es una herida abierta para toda la comunidad.
