Kicillof, entre la sorpresa por la victoria y el nuevo rumbo

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Axel Kicillof se consagró en la noche del domingo como el gran armador de las primeras elecciones desdobladas de la historia, una decisión que defendió a capa y espada desde que lo planteó de manera interna. Ahora, el mandatario de la jurisdicción más importante del país en todas las variables, se puso al frente de “otro camino” cuyo recorrido, dijo, comenzó esta misma noche.

El búnker de Fuerza Patria quedó inmerso en una algarabía que comenzó a crecer a lo largo de la tarde y explotó exactamente a las 21 horas en el hotel que funcionó de guarida, pero también en la calle, donde la militancia estalló en baile, llanto y abrazo. “Alta coimera, Karina es alta coimera”, fue el hit que explotó desde el lobby de plata baja del Hotel Brizo de la capital bonaerense.

“Me sale de adentro. Qué bueno, qué hermoso estar en La Plata y justicia poética, frente al Teatro Argentino que recuperamos como lo hicimos con la capital”, fueron las primeras palabras que el gobernador brindó a su tropa luego de agradecer a la militancia, los intendentes, a Sergio Massa y a Cristina Fernández de Kirchner, que minutos antes envió un mensaje de audio que se escuchó en altavoz en el centro de La Plata. “Está injustamente detenida”, dijo sobre ella.

La victoria arrasadora sorprendió a propios y ajenos. El peronismo no obtenía un triunfo en las elecciones intermedias desde 2005 y, la amplísima diferencia sirvió para recargar ánimos, especialmente en el equipo de Calle 6. Un intendente cercano al gobernador hasta quebró en llanto cuando desde su equipo le leyeron los primeros resultados porque dijo que realmente no se esperaba una diferencia como la alcanzada. “Él puso mucho por esto, hasta su propio cuerpo”, dijo un asesor que había presenciado la escena. No fue el único. Las lágrimas estuvieron a la orden del día.

Kicillof dice que quiere que Javier Milei lo llame, en el escenario le dijo que debe cambiar el rumbo y que tiene que dejar de insultar a la democracia, al federalismo y a la Constitución. Mientras tanto, celebra.

La jornada en La Plata comenzó bien temprano. El mandatario bonaerense encaró contactos directos con los intendentes, tanto a través de los grupos de WhatsApp que comparte con ellos como así también a partir de llamados personalizados con decenas de ellos.

Con el paso de las horas, las noticias empezaron a generar algarabía en un sector del peronismo que, entusiasmado, se animaba a afirmar que el espacio que se mantuvo pegado con cinta de papel a lo largo de toda la campaña ganaría por más de 9 puntos. Si bien en las primeras horas había sensación se “empate”, tal señalaban los propios fiscales de Fuerza Patria en el territorio, en el bunker, el kicillofismo prefería la cautela y aseguraba que no eran los números que manejaban aunque una sonrisa se escapaba por las comisuras de quienes pronunciaban esas palabras.

Con el paso de las horas y el conocimiento de los primeros números que empezaron a circular desde los distritos más populosos del conurbano, pero también desde aquellos que, hasta el momento, le habían dado la espalda al peronismo tal como Junín o Chivilcoy, el peronismo ya cambió su semblante.

Luego de haber llegado a votar de la mano con su esposa, Soledad Quereilhac, el gobernador brindó una conferencia de prensa a solo unos metros de la residencia oficial, donde mostró la emoción porque su hijo, León, votara por primera vez estas elecciones. Más tarde, tal como fue costumbre en comicios anteriores, compartió el almuerzo con familias amigas. El gobernador se emocionó en ese momento, como también lo haría a la noche desde el escenario cuando agradeció a su familia que lo aplaudía desde la primera fila.

A lo largo de la tarde, el gobernador se dedicó a seguir de cerca la información que llegaba tanto desde los municipios como así también desde el centro de comando ubicado en 1 y 60, donde el ministro de Seguridad, Javier Alonso quedó al mando y desde el centró de cómputos del Correo Argentino en Monte Grande, donde la batuta la llevó su ministro de confianza, Carlos Bianco. A ellos el gobernador dedicó un agradecimiento especial.

“Se logró algo impensado, fue una decisión fuerte”, celebró un funcionario que dialoga con el gobernador a diario. “La gente pedía que vayamos juntos, pese a que costó, se hizo”, postuló la voz.

En el bunker hubo presencia de todas las tribus del peronismo, los ministros y algunos intendentes del Movimiento Derecho al Futuro, que se sintieron artífices de la victoria; de La Cámpora, como el ministro de Salud Nicolás Kreplak, que incluso fue uno de los oradores, como también titular del Instituto Cultural, Florencia Saintout o la jefa de la bancada peronista en el Senado, María Teresa García. Axel Kicillof no tuvo comunicación telefónica ni con Cristina ni con Máximo Kirchner, sino que la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, y el diputado provincial Facundo Tignanelli fueron quienes oficiaron como nexo de comunicación entre el gobernador y la titular del PJ.

El Frente Renovador trajo a la tropa completa, empezando por el propio líder del espacio, Sergio Massa, que desde el inicio de la tarde estuvo en La Plata. Se encontró con Kicillof pasadas las 21 horas en el segundo piso del búnker y se fundieron en un abrazo que rápidamente se viralizó vía foto por Whatsapp.

Luego de que los principales dirigentes miraran atentamente el discurso que brindó el presidente Javier Milei en el interior del hotel, bajaron como un río desbordado y todos subieron al escenario para acompañar al gobernador. “El desdoblamiento fue una gran decisión, ahora más. ¿Qué sigue ahora? Axel Presidente”, dijo a Buenos Aires/12 el intendente de Ezeiza, Gastón Granados, que llegó para unirse a sus pares Federico Achaval, Mario Secco, Fabián Cagliardi, Mariano Cascallares y otros que ganaron sus distritos por 20 puntos.

“Es un camino que empieza por el mismo lugar, pero no puede haber una ruptura total porque no le sirve a nadie”, dijo una voz aliada a Kicillof de cara al nuevo camino que inició en la noche del mismo 7 de septiembre: la campaña para octubre.

Como señaló una importante voz del gabinete provincial, el triunfo de esta noche da “el impulso para ganar en octubre” porque Fuerza Patria se transformó en “la fuerza más votada en toda la provincia” y “no solo en el conurbano” dado que La Libertad Avanza “no tiene qué ofrecerle a la provincia para que cambie”, al tiempo que evalúan que la situación económica “no pinta para que haya una mejora en este mes”.

“No podemos tomar este triunfo con soberbia porque venimos de una enorme decepción. Vamos a seguir sumando fuerzas adentro y afuera del peronismo. Vamos a seguir gobernando la provincia y los municipios a favor del pueblo. Llegamos hasta acá acompañando a los sectores que resisten, vamos a seguir acompañándolos. Llegamos recorriendo y estando cerca de nuestra gente, así vamos a seguir gobernando”, cerró.