El obispo diocesano, monseñor Adolfo Canecin celebrará la Eucaristía este 2 de noviembre, día de los fieles difuntos, en el Cementerio de Colonia Porvenir a las 9 de la mañana. Habrá misas en los cementerios La Soledad a las 10 y 17 horas. En Lomas de Paz a las 10. Es día de oración y de recuerdo hacia ellos. Es el día en el que la piedad del pueblo fiel visita los cementerios, recuerda, reza por los familiares y amigos difuntos.
También celebrarán misas en las parroquias y capillas de la ciudad.
En la Catedral, San José Obrero, parroquia Itati y en capilla Virgen del Carmen a las 20 horas.
Celebrarán misa en la capilla San Ramón a las 19.30 horas.
La conmemoración litúrgica de los fieles difuntos es complementaria de la solemnidad de Todos los Santos. Nuestro destino, una vez atravesados con y por la gracia de Dios los caminos de la santidad, es el cielo, la vida para siempre. Y su inexcusable puerta es la desaparición física y terrenal, la muerte.
La muerte es, sin duda alguna, la realidad más dolorosa, más misteriosa y, a la vez, más insoslayable de la condición humana. Sin embargo, desde la fe cristiana, esta realidad se ilumina y se llena de sentido. Dios, al encarnarse en Jesucristo, no sólo asumió la muerte como etapa necesaria de la existencia humana, sino que la trascendió, la venció.
La muerte es dolorosa, sí, pero para el cristiano ya no es el final del camino. La muerte es la llave de la vida eterna.-