La caída no para y golpea al empleo

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La actividad industrial se derrumbó 14,2 por ciento interanual en abril y provocó la destrucción de más de 15 mil despidos en el sector, advirtió la Unión Industrial Argentina (UIA) en su informe sobre los niveles de producción en el cuarto mes del año. El único dato rescatable, dentro de un escenario de fuerte deterioro, resultó el alza del 4,5 por ciento en los niveles de producción respecto de marzo, aunque ese mes fue particularmente negativo, por lo que el rebote no termina de indicar que el sector fabril haya tocado piso. Por el contrario, datos de distintas cámaras sobre lo ocurrido en mayo confirman que la caída no se detuvo.

La propia UIA explicó que el leve repunte en abril en comparación con marzo fue porque hubo mayor cantidad de días hábiles y se normalizaron cuestiones puntuales de importaciones de insumos que habían paralizado a algunos sectores en marzo. Igualmente, se trató del onceavo mes de caída interanual consecutiva y la demanda de energía eléctrica de Grandes Usuarios Industriales volvió a caer significativamente (-11,3 por ciento).

El primer cuatrimestre acumuló una baja de 12,4 por ciento interanual y, según la UIA, los datos de mayo reflejan que persiste la caída interanual. En la serie mensual podría observarse un amesetamiento o leve caída.

En cuanto al intercambio comercial con Brasil, se registró un derrumbe en las importaciones del -42,8 por ciento, afectadas por complicaciones en los envíos desde zonas inundadas, en tanto que las exportaciones bajaron -3,9 por ciento. La liquidación de divisas, que creció durante los primeros tres meses del año, volvió a caer 38 por ciento en abril, en parte por la base de comparación del dólar soja de 2023.

“Si bien la actividad podría estar cerca de un piso, el sector industrial enfrenta dificultades por la baja demanda, así como aumentos de costos. Será importante que, en la medida que haya una recuperación del mercado interno, la misma no sea canalizada únicamente en mayores importaciones, sino que traccione una recuperación de la producción local y el empleo”, alertó la UIA.

Otro dato preocupante es lo que está sucediendo con el empleo. En abril se perdieron 4881 puestos fabriles y el sector acumula una baja de 15.357 respecto de agosto de 2023. En este escenario, la central fabril reclamó que la recuperación del sector no provenga solo de mayores importaciones sino de un incremento en la producción local.

La central fabril publicó también los datos de la encuesta que realiza entre sus asociados, en la que se observa un clima de marcado pesimismo. El 53 por ciento de las empresas tuvo caídas de la producción en abril, el 60 por ciento sufrió bajas en las ventas, el 37 por ciento exportó menos y el 24 por ciento reportó caídas en sus planteles de personal.

“El 12 por ciento de las empresas encuestadas presentó problemas para afrontar integralmente todas sus obligaciones (salarios, proveedores, compromisos financieros, tarifas de servicios públicos e impuestos), el valor más alto de la serie”, indicó también el informe. “Los mayores atrasos fueron en el rubro impuestos”, precisó.

Las empresas consideraron que su situación económica está peor que hace un año. Esto se observó en las percepciones sobre la propia empresa (58,4 por ciento), en la situación del sector de actividad (77,2) y el país (67,2). Pero se volvió a registrar una mejora en las expectativas para dentro de un año: el 62,1 por ciento de las empresas espera que la situación económica de su empresa mejore, mientras el 68,3 por ciento aguarda una mejora en la situación del país.

De acuerdo al estudio, las 16 divisiones de la industria manufacturera presentaron caídas interanuales. Es un comportamiento que resulta prácticamente inédito. Solo en tiempos de pandemia hubo bajas en todos los bloques fabriles.

El documento de la Unión Industrial Argentina indicó cuáles fueron las mayores caídas de producción en orden a su incidencia en el nivel general: se registraron disminuciones en alimentos y bebidas (-9 por ciento), maquinarias y equipo (-29), productos minerales no metálicos (-35,2), industrias metálicas básicas (-19,3), sustancias y productos químicos (-10,2) y muebles y colchones (-35). También hubo bajas pronunciadas en el sector automotor (-27,9 por ciento), en despachos de cemento (-27,1) y en los patentamientos de maquinaria agrícola (-22,9).