Paleari tiene 34 años, estudió Administración Pública y milita desde adolescente en el peronismo. Pero su carta de presentación no son las palabras: es la experiencia. Fue director de Economía Social, trabajó con pequeños productores, en Dirección de Juventud y gestionó ANSES en Goya, con una mirada amplia e inclusiva. En todos esos espacios lo reconocen por lo mismo: resolutivo, poco burocrático, con un oído en la calle y el otro en la ventanilla.
Un barrio, un río, una familia
Comentó más adelante que creció en Goya, en los años 90, sin lujos, con mucho afecto y deporte. Su papá es periodista, su mamá docente y policía. Vivía cerca del río y jugaba al básquet en el barrio. De esa infancia saca valores que hoy lo guían: honestidad, trabajo, humildad, familia.
Su madre es una de 15 hermanos, lo que significa muchas charlas, comidas largas, anécdotas y unión. Ese origen lo marcó, y también lo define.
Se define diciendo que no es un político profesional, pero sí un funcionario con trayectoria, que no llega a prometer lo imposible, sino a poner en marcha lo que la gente reclama hace años y no se cumple.
“La gente quiere soluciones”
Así resume su diagnóstico. Goya, dice, está estancada. Tiene obras, sí, pero no resuelve lo urgente: barrios sin cloacas, familias que aún esperan agua en camiones, cunetas que no drenan cuando llueve. Propone reorganizar el municipio, eliminar áreas innecesarias y volcar esos recursos a servicios esenciales.
En sus primeros 100 días, se compromete a:
• Reorganizar y optimizar la estructura del municipio, reduciendo gastos innecesarios y priorizando la gestión cercana y eficiente.
• Jerarquizar al empleado municipal para que no dependa de bonos discrecionales
• Atender directamente las demandas postergadas
Y lo dice sin soberbia, con la seguridad de quien ya gestionó oficinas públicas y sabe cómo funciona el sistema.