Mayra Arena, reconocida analista política, protagonizó una enriquecedora charla que abordó tres temas clave para la sociedad argentina: Educación, Economía y Política. El evento tuvo lugar en la sede de SUETRA a las 16:30 es martes 12, atrayendo a un público diverso en cuanto a edades y sectores sociales.
Arena, conocida por su visión crítica del contexto político actual en Argentina, no escatimó en sus comentarios. En su análisis, destacó la debilidad percibida en Juntos por el Cambio tras la gestión de Mauricio Macri, con una pérdida de votantes antiperonistas que ahora se inclinan hacia Javier Milei.
También expresó su preocupación acerca de las decisiones del peronismo en el gobierno de Alberto Fernández, especialmente la legalización de salarios por debajo de la línea de pobreza. En este sentido, subrayó la necesidad de que Sergio Massa reconozca estos errores si desea ganar apoyo y proponer un proyecto que mejore la situación de los trabajadores y la clase media.
Enfatizó la impaciencia de la sociedad argentina y su disposición a castigar a los gobiernos que no cumplen con las expectativas, incluso antes de que concluyan sus mandatos. Además, planteó la importancia de la industrialización de provincias postergadas como una vía para crear empleo de calidad y mejorar la distribución del ingreso.
Sin embargo, la opinión de Mayra Arena sobre Javier Milei fue categórica. Dijo que carece de la “maldad” necesaria para la política, es demasiado “sensible” y que esto lo hace poco hábil para negociar y gobernar. Señaló que es “muy manipulable” y que le falta astucia política para pasar sus ideas de la teoría a la práctica. Opinó que sus propuestas económicas son inviables e inaplicables en la realidad. Considera que le faltan condiciones para sobrevivir en la política argentina y que el país “se lo comería crudo”. Además cuestionó su capacidad de gestión efectiva, diciendo que en un gobierno se necesita un equilibrio de bondad y maldad que Milei no tiene.
En contraste, Arena elogió a Sergio Massa, considera que tiene un gran incentivo y “ambición de poder” para hacer las cosas bien como presidente, dado el escenario actual en el que la sociedad castiga rápidamente los errores. Cree que debería aprovechar su centralidad y liderazgo en el Frente de Todos para proponer un nuevo proyecto y sueño para los trabajadores y la clase media. Opina que debe reconocer los errores del gobierno y comprometerse a no continuar con ellos. Plantea que debe usar su experiencia de gestión para conectar sus propuestas con soluciones factibles y concretas para la gente. Considera que tiene la inteligencia política necesaria para interpretar lo que la gente está demandando en este momento. Ve como positivo que el kirchnerismo le haya dado todo el protagonismo, lo que puede facilitar su candidatura presidencial.
