La película Zama, de la directora salteña Lucrecia Martel, fue cargada esta semana a la plataforma Netflix. Se filmó en el 2015 en las localidades de Derqui y Empedrado, Corrientes.
“Delante y detrás de cámara trabajó gente de Corrientes, Empedrado y Derqui, colaboradores, técnicos/as, extras y personajes secundarios, dentro de un equipo gigante. La película se filmó en 2015 con mucho presupuesto y antes de la llegada de las plataformas (para ver películas)”, explicó a El Litoral el jefe de locaciones de la película Zama en Corrientes, Sebastián Toba.
Además, otras escenas se grabaron en Chascomús, Buenos Aires, en Formosa Capital y Fortín La Soledad, en torno al Bañado La Estrella.
“Las locaciones de Corrientes se eligieron porque la región tiene que ver con esa historia. Además, se hizo posible gracias a un montón de gente de la zona que ayudó a construir un puerto de 1795 para lograr una película de escala internacional. Es la microeconomía que provoca la producción de cine en un lugar particular”, agregó Toba.
Zama cuenta la historia de un funcionario de la Corona española que espera, durante muchísimos años, ser reconocido por sus méritos. La película es una adaptación de la novela de Antonio Di Benedetto.
“La película se estrenó en 2017 y acompañé en 2018 a la directora en la gira del estreno de la película en Madrid, España, y en Holanda”, señaló el productor correntino.
“Al comienzo del libro (en el que está basada la historia de esta película), Antonio Di Bennedetto dedica la obra a las víctimas de la espera. Bajo esa premisa, la película tiene un ritmo lento para lo que hoy es el consumo general de audiovisuales. Zama invita a tener paciencia, a saber apreciar la imagen, el sonido, el laburo impresionante de vestuario, arte y maquillaje, fotografía”, enfatizó el productor de cine.
De acuerdo con Toba, Lucrecia es una directora que se caracteriza por sus construcciones sonoras del espacio, del tiempo y de las escenas. “En un mundo donde todo es inmediato y todo es impacto, esta película propone todo lo contrario; es un cine y una narración que necesita tiempo”, subrayó.
“Habla de un perdedor, de un marginal dentro de un mundo elitista y lleno de poder: Diego de Zama“, concluyó Toba.
