Las precipitaciones registradas la semana pasada provocaron en el centro y sur de la provincia el desborde la cuenca del río Corriente, y las aguas avanzaron sobre 12.000 hectáreas, muchas de ellas destinadas a la producción arrocera y ganadera.
Los productores arroceros estimaron las pérdidas ocasionadas entre los afectados, por la masa de agua que cubrió con más de un metro de agua entre 3.000 y 4.000 hectáreas plantadas de arroz. “Es tremendo esto que está pasando”, dijo Jorge Borsatto, presidente de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz (Acpa).
“Hubo arroceros que ya han perdido su plantación por completo, es el caso del expresidente de Acpa, Pedro Tomasella”, comentó.
La producción de arroz en la provincia de Corrientes viene en los últimos años con una serie de inconvenientes planteados por el clima. Por la sequía hubo productores que tuvieron que dejar de sembrar, y por eso se vio un impacto de menos hectáreas y menos stock.
Es de destacar, que las provincias que más arroz producen son Entre Ríos y Corrientes, ambas representan el 80% del área sembrada del total del país, mientras que el 20% restante se reparte entre las provincias de Santa Fe, Chaco y Formosa.
Y en Corrientes, justamente la región centro-sur, la que se concentra sobre la cuenca del río Corriente, es la que tiene la mayor superficie de siembra de arroz; particularmente, dentro de esta región se destaca el departamento de Mercedes como el mayor productor.
CATÁSTROFE
Cristian Jetter, secretario de la entidad, resaltó: “Lo que se dio la semana pasada fue una lluvia anormal y de una abundancia importante. Hay zonas donde llovieron 500 mm y en Mercedes superamos los 450. Se superó ampliamente los promedios mensuales y las caídas diarias”.
“Esto genera que en el río Corriente tengamos chacras con pérdidas totales. Hay por lo menos unas 5.000 hectáreas cubiertas totalmente por agua, algunas por un metro o un metro y medio por encima, y para esa zona es una catástrofe. Cuando se da en esta magnitud, y en este corto período de tiempo, genera daños”, agregó.
“Hay chacras que estaban a días de cosechar, a los 15 días, y otras que estaban en período de riego. Los efectos van a ser devastadores. Vamos a ver cuánto tarda en bajar el río. Los efectos van a ser muy fuertes para los productores y también para la provincia. Los principales daños se dieron en las márgenes del río Corriente”, expresó.
Asimismo, recordó que esta catástrofe es muy semejante a la registrada en 1998 en la provincia, sólo que en este caso está sectorizada en esta cuenca del río.
Si bien remarcó que las perspectivas para los próximas días son alentadoras, porque el agua comenzó a descender alrededor de 25 cm, todavía continúa muy alta sobre las plantaciones, con más de medio metro sobre los cultivos.
“Afecta a unos siete u ocho pequeños productores, que en esta situación ya perdieron todo, porque los cultivos no se van a recuperar. Se esperaba una creciente para febrero y marzo, por eso algunos productores se habían adelantado a plantar, pero no esperábamos estas lluvias a pocos días de iniciado enero. Son los mismos productores que el año pasado sufrieron la sequía extrema y muchos tuvieron dificultades para conseguir agua para regar, ahora se ven perjudicados con este desastre”, remarcó.
