El juicio por la muerte de Diego Maradona comienza este martes en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de San Isidro. En principio, está previsto que las audiencias se realicen tres veces por semana -martes, miércoles y jueves, desde las 9.30-, aunque existe una solicitud de las partes para que solo haya dos audiencias a la semana. ¿Quiénes son los imputados y de qué se los acusa?
En el banquillo de los acusados por presunto “homicidio simple con dolo eventual” están sentados el médico Leopoldo Luciano Luque (44); la psiquiatra Agustina Cosachov (40); el psicólogo Carlos Ángel Díaz (33); Nancy Edith Forlini (56), coordinadora de la prestadora médica contratada; Mariano Ariel Perroni (44), coordinador de Medidom S.R.L.; Ricardo Omar Almirón (41), enfermero; y el médico clínico designado para la internación domiciliaria, Pedro Pablo Di Spagna (52).
La octava imputada del caso, la enfermera Gisela Dahiana Madrid, enfrentará en cambio un juicio por jurados durante el segundo semestre, una vez que finalice el debate principal.
En este primer juicio, la acusación está en manos de los fiscales de San Isidro Laura Marina Capra, Patricio Ferrari y Cosme Sebastián Iribarren.
Las querellas, en tanto, serán cinco: Dalma y Giannina Maradona, representadas por Fernando Burlando; Diego Fernando (el hijo que el 10 tuvo con Verónica Ojeda) por Mario Baudry; Diego junior (el hijo que vive en Nápoles) por Luis Rey Ramírez; y Matías Casanova y Jana Maradona por Gustavo Pascual y Felix Linfante. También fueron aceptadas las hermanas de Maradona, que estarán representadas por Matías Jurado.
Los encargados de decidir la suerte de los siete imputados -que llegan a este juicio en libertad y que podrían recibir penas de 8 a 25 años de cárcel- serán los jueces del TOC N° 3 Maximiliano Savarino (Presidente), Julieta Makintach (Vicepresidenta), y Verónica M. Di Tommaso (Vocal).
Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020, a sus 60 años, en un country de Tigre, como consecuencia de un “paro cardiorrespiratorio secundario a edema agudo de pulmón producido por insuficiencia ventricular izquierda aguda”.
Quiénes son los imputados
Leopoldo Luque: era el médico personal de Maradona y fue quien solicitó la externación del “Diez” tras la cirugía por el hematoma subdural que le practicaron en la clínica de Olivos. Los fiscales consideran que el neurocirujano omitió ofrecer información sobre la salud de Diego a Dalma, Gianinna y Jana, además de que habría falsificado una firma del futbolista en un pedido de historia clínica tras la internación en Olivos. Luque está investigado por restarle importancia a los síntomas compatibles con una insuficiencia cardíaca, no seguir los controles ni convocar a especialistas.
Agustina Cosachov: la psiquiatra está imputada por haber falsificado presuntamente un certificado médico de una visita que nunca realizó. La profesional indicaba a los enfermeros qué dosis y qué medicamentos debían proveerle a Maradona. La Fiscalía sostiene que Cosachov no reguló la ingesta de la medicación de forma personal y aseguró a los hijos de Maradona que lo que ocurría era consecuencia de “la espontánea decisión del paciente”.
Ricardo Almirón: el enfermero, que en los últimos días designó a Rodolfo Baqué y Martín Miguel de Vargas como sus dos nuevos defensores (ya era asesorado por Franco Chiarelli), se encuentra acusado de no cuidar a Maradona (al igual que Gisela Madrid). Según sostiene, “Pelusa” no quería que ingresaran a la habitación y los rechazaba. También dice que la orden que habría recibido de los médicos era “no molestar al paciente”.
Pedro Pablo Di Spagna: el médico de 52 años está sindicado de no controlar el estado de salud del astro argentino, al tiempo que según la acusación, solo habría concurrido en dos ocasiones a la casa del country de Tigre. La primera vez fue el 12 de noviembre cuando controló al entonces entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata de forma personal y ordenó que se realizara una serie de estudios, tales como laboratorio, placa de tórax, electrocardiograma, ecodoppler. También recomendó que se integrara al personal de salud un nutricionista porque ese día Maradona estaba constipado tras haber comido brócoli con camarones a la provenzal. La segunda visita tuvo lugar el 18 de noviembre, siete días antes del deceso, donde afirmó que no pudo chequear a Diego porque “no se dejó”. Los fiscales remarcan que Di Spagna nunca se aseguró de que los análisis indicados se hayan llevado a cabo y por ende no controló la situación.
Carlos Díaz: el psicólogo atendió a Maradona por pedido del abogado Martín Morla. Según figura en su cuenta de LinkedIn, Díaz estudió en la Universidad del Salvador entre 2011 y 2016 y desde 2015 trabaja en la Asociación Civil Íntegra. De acuerdo a su declaración, él “nunca pudo haber influido en la muerte” de Maradona. “Muchas cosas me llamaron la atención de las que vi. En primer lugar, que un paciente viva con empleados y no con su familia es algo que a mí me llama la atención. Es la primera vez que veo esto en la práctica clínica. Por otro lado, en la reunión en la Clínica Olivos, donde estuvieron todos, algunos de sus familiares luego no participaron en ningún otro momento del tratamiento ni un solo día”, advirtió.
Nancy Edith Forlini: la mujer de 56 años era la coordinadora de la gerencia de cuidados domiciliarios en la prepaga Swiss Medical. Tras la última cirugía, la empresa de medicina prepaga le brindó servicios de cuidado a Maradona en el country de Tigre. En un escrito, Forlini acusó a Luque y Cosachov de ser quienes tomaban las decisiones sobre los tratamientos.
Mariano Perroni: el jefe de los enfermeros Almirón y Madrid se encargaba de coordinar las tareas a los dos profesionales imputados. Para los fiscales, escribió planillas con información que no coincidía con “el real estado y atención médica que Diego Armando Maradona recibía”.