Financistas, agentes de bolsa y especuladores se preparaban para celebrar los acuerdos de respaldo financiero que iban a anunciarse en Washington, hasta que Donald Trump, en apenas una frase, les arruinó la fiesta. “Estamos acá para darte apoyo en las próximas elecciones”, dijo Trump mirando de frente a Javier Milei, del otro lado de la mesa. Y volviendo su cabeza hacia la derecha, mirando a Scott Bessent, completó la frase: “Pero si él no vence, no perderemos el tiempo: no seremos generosos con Argentina”.
Bastó la difusión de ese comentario para que, tanto en Wall Street como en Buenos Aires, acciones y títulos de deuda argentinos revirtieran la trepada del inicio y media jornada, y se derrumbaran hasta un 10 por ciento con respecto al cierre anterior. La promesa de ayuda se había convertido en amenaza. La contribución a la estabilidad financiera, en una cruda extorsión.
No alcanzaron las reinterpretaciones posteriores de dirigentes y corifeos de La Libertad Avanza (ver nota aparte) para revertir el impacto negativo del tono condicional que le dio Trump al respaldo del Tesoro de su país. Por otra parte, no hubo anuncios sobre qué tipo de ayuda financiera o comercial recibirá Argentina, más allá del swap o intercambio de monedas por 20.000 millones de dólares, que funcionaría como un crédito a favor del Banco Central de la República Argentina, que se sumaría a sus reservas internacionales pero con una disponibilidad limitada.
Aunque este último aspecto aún no se informó, se estima que ese fondo servirá exclusivamente como garantía de pago de la deuda en divisas del sector público nacional (sustituiría la falta de divisas frente a cada vencimiento, evitando un default). Lo que sí se aclaró es que este acuerdo de swap con Estados Unidos no tendrá como contrapartida la obligación de cancelar el swap que Argentina tiene con China, por un monto similar.
Trump aclaró, ante una consulta de la prensa, que su país no está en contra de las relaciones comerciales de Argentina con China, pero que le “disgustaría” que hubiera acuerdos militares o con las fuerzas armadas de la potencia asiática. Aludía a la existencia de bases u observatorios militares, como así también a la participación o construcción de instalaciones portuarias.
El encuentro tan esperado
Donald Trump recibió al presidente Javier Milei este martes poco después de las 14,30 horas, quien llegó acompañado por el canciller Gerardo Werthein, la secretaria general de la Presidencia Karina Milei, el embajador Alec Oxenford, el presidente del Banco Central Santiago Bausili y los ministros Luis Caputo y Patricia Bullrich.
Durante el almuerzo que sirvió a los visitantes, Trump estuvo acompañado por el vicepresidente J.D. Vance, el secretario de Estado Marco Rubio, y el secretario del Tesoro Scott Bessent.
Hubo elogios mutuos entre ambos presidentes, y mientras Milei felicitó a Trump por el acuerdo logrado en el conflicto entre Israel y Palestina, el mandatario norteamericano destacó que una victoria electoral de Milei en las próximas elecciones “es muy importante” y auguró que las encuestas para él y su partido “serán mejores después de esta reunión”.
Milei también le agradeció a Bessent por la ayuda a la economía argentina señalando que el país “no quiere volver a políticas fallidas que conducen al socialismo”.
Antes del almuerzo en la Casa Blanca, ambos mandatarios hablaron con la prensa durante más de una hora. Durante esta alocución, Trump hizo mención a que la ayuda estadounidense a Argentina podría depender de las victorias de Milei y su partido. El Tesoro de Estados Unidos ofreció un plan de rescate mediante un swap de 20.000 millones de dólares, pero “ese apoyo no es una garantía y las aprobaciones (para su uso o aplicación de los recursos) estarían en cierta medida sujetas a quién gane las elecciones” (según la traducción textual que publicó la BBC News).
Proyectando el 2027
La frase textual de Donald Trump que generó tanta controversia, en la que relacionó las elecciones de medio término del 26 de este mes con las candidaturas para las presidenciales de 2027 fue la siguiente: “Si Milei no gana las elecciones, sé que la persona que estaría presentándose para 2027 es un comunista de la extrema izquierda responsable de llevar al país a este problema, en primer lugar. Si eso pasa, entonces no seremos generosos con Argentina”.
Las palabras del presidente norteamericano parecieron aludir a una eventual candidatura de Axel Kicillof a la presidencia en 2027, a quien considera “un comunista de la extrema izquierda” y “responsable de llevar al país a este problema”, como ex ministro de Economía en los dos últimos años de mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
“Estamos acá para darte apoyo para las próximas elecciones”, le agregó luego, en el encuentro privado, Trump a Milei, según cuentan testigos del momento, en referencia a las cercanas elecciones legislativas. En referencia a las legislativas, Trump dijo además que “la elección en Argentina viene pronto y está siendo mirada por el mundo” y agregó: “Pensamos que (Milei) va a vencer. Si él no vence, no perderemos el tiempo. Porque seguramente llegará alguien con una filosofía que no hará a Argentina grande de nuevo”.
El presidente estadounidense calificó a Milei como “un gran economista” y dijo que “está al borde de un tremendo éxito económico”. En la misma línea, señaló que el argentino hizo “una carrera extraordinaria” y le aconsejó “seguir sus principios porque tiene razón y está haciendo lo correcto”.
“Todo el mundo sabe que está haciendo lo correcto, pero tenemos esta cultura enferma de extrema izquierda que quiere montar una mala imagen de él”, sostuvo.
Mercados en estado de convulsión
La jornada en los mercados financieros de Buenos Aires no hicieron más que reflejar el alto grado de inestabilidad reinante. A una suba inicial de más del 5 por ciento en los activos más representativos, a la espera de anuncios de acuerdos en Washington, le siguió una caída del 10 por ciento tras la amenaza y extorsión de Trump a los votantes argentinos.
“Se trata de un megalómano que se cree que por su sola opinión va a volcar el voto a favor de Milei”, advirtió un analista local después de esta jornada inusual. “Pero, además, estamos hablando de una plaza financiera en la que venimos de semanas en las que tuvimos caídas del 30 por ciento y, a la siguiente, alzas del 20 o 30 por ciento en los valores, muchas veces dependiendo apenas de un tweet de un funcionario norteamericano”.
Este martes se conoció, además, un informe elaborado por Morgan Stanley para sus clientes advirtiendo que, más allá del resultado de las elecciones del 26 de octubre, el dólar seguirá con tendencia alcista. El informe trazó tres posibles escenarios hacia fin de año. En el más favorable, con continuidad y apoyo político amplio, el dólar se estabilizaría cerca de los 1.700 pesos. Si el resultado electoral es ajustado, la cotización podría ubicarse entre 1.800 y 2.000 pesos. En cambio, una derrota amplia del oficialismo podría llevarlo por encima de los 2.000 pesos.
Es decir, ni siquiera las mayores firmas de servicios financieros de Estados Unidos auguran un clima de calma incluso con un respaldo amplio del gobierno de Washington a Milei.