Con una puesta en escena inédita, el presidente Javier Milei presentó este domingo en el Congreso el proyecto de Presupuesto 2025, que tiene como “piedra basal” el déficit cero y será el “más radicalmente distinto de este siglo”, según resaltó a lo largo de su discurso. Lo hizo con un fuerte mensaje hacia los gobernadores, a quienes les advirtió que para garantizar la baja del gasto público consolidado deben hacer un ajuste de 60 mil millones de dólares.
Ante un auditorio con varias ausencias en el recinto de la Cámara de Diputados, principalmente de legisladores del kirchnerismo, el mandatario ratificó la idea económica que lleva adelante, confirmó que continuará con el veto de leyes que pongan en riesgo el equilibrio fiscal que su Gobierno defiende como un mantra y hasta les dejó un claro mensaje a los gobernadores.
“Hoy estamos aquí para presentar un proyecto que va a cambiar para siempre la historia de nuestro país, de manera que volvamos a ser la Argentina grande que alguna vez fuimos. Después de años en que la clase política vivió poniendo cepos a las libertades individuales, hoy venimos aquí a ponerle un cepo al Estado. Este presupuesto que estamos presentando tiene una metodología que blinda el equilibrio fiscal sin importar cuál sea el escenario económico”, comenzó Milei .
A lo largo de casi 45 minutoss, y ante la atenta mirada de los integrantes de su Gabinete y de la vicepresidenta, Victoria Villarruel, Milei expuso el corazón del proyecto que comenzará a tratar el Congreso: “La piedra basal de este Presupuesto es la primera verdad de la macroeconomía, una verdad que durante muchos años ha sido relegada en Argentina: el déficit cero”.
El mandatario reiteró conceptos económicos que viene esgrimiendo desde su llegada a la Casa Rosada en diciembre pasado, aseguró que el déficit “sólo se cubre con deuda, con más impuestos, o con emisión”, y que ninguna de esas opciones son viables en su proyecto.
“Hoy, en 2024, sin capacidad de tomar deuda, con una presión impositiva descontrolada, y con una inflación interanual arriba del 200%, el pan se terminó, y todos los argentinos estamos sufriendo las últimas consecuencias del chamanismo económico de los últimos gobiernos”, resaltó el Presidente en lo que fue su primera crítica a las últimas gestiones.
En ese marco, resaltó que este 2024 “será el primer año de superávit fiscal sin entrar en default de toda la historia argentina”, y recordó que la última vez que las cuentas públicas tuvieron saldo positivo fue en 2014, pero aseguró que se logró por no pagar los vencimientos de deuda.
El presupuesto oficial que comenzará a tratar el Congreso proyecta la inflación para el año próximo en 18,3% y señala además que la de este año terminaría en 104,4%, una estimación por demás optimista teniendo en cuenta que en los primeros 8 meses de año ya acumuló 94,8 %. Sobre el mediano plazo, el optimismo es aún mayor: en 2026 la inflación sería del 11,6% y en 2007 del 7,4%.
Asimismo, el proyecto espera un crecimiento del PBI para el año próximo del 5%, tasa que se repetiría en 2006 y que se elevaría al 5,6% en 2027.
En cuanto al dólar, las proyecciones son que el tipo de cambio oficial nominal cerrará este año en $ 1.020 y hacia diciembre de 2025 estará en $1.207.
En la continuidad de su discurso, Javier Milei aseguró que la política “necesita” del déficit fiscal “porque es sólo gastando plata que no es suya que pueden hacer negocios para ellos, sus clientes y sus amigos”.
“Hay algo que tiene que quedar claro de una vez y para siempre: no hay nada, pero nada más empobrecedor para el común de los argentinos, que el déficit fiscal. Y no hay nada, pero nada, que enriquezca más a los políticos que el déficit fiscal. Este es el triste papel que el gasto público juega en el modelo de la casta”, fustigó.
Allí, volvió a criticar el concepto de Justicia Social, al que calificó como “extremadamente violenta” ya que “implica sacarle a unos para darle a otros, basada en un principio inconsistente que dice que donde hay una necesidad nace un derecho. Pero el problema, estimados, es que las necesidades son infinitas y los recursos son finitos”.
Allí aprovechó ese concepto para criticar al Congreso por las leyes que calificó de “populistas”, en referencia a la norma que establecía cambios en la movilidad jubilatoria, y ratificó que vetará “todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal”.
Milei también reiteró la idea de que su Gobierno implementó “el mayor ajuste en la historia de la humanidad” y rechazó a quienes lo acusan de no tener gestión. Fue ahí cuando hizo un rápido recorrido por lo que definió como logros de su Gobierno para resaltar, sin nombrarlos, a varios ministros del Gabinete, como Luis Caputo, Patricia Bullrich, Sandra Pettovello y Federico Sturzenegger.
“Gestionar no es designar miles de funcionarios en todos los rincones del estado, cuando la mitad de esas áreas no debería existir; gestionar es haber evitado la hiperinflación que nos dejaron en puerta y haberla bajado al 4% mensual; gestionar es haber eliminado los piquetes y llevar más de cuatro meses sin cortes de calle en el AMBA o haber reducido el 75% de los homicidios en Rosario”, enumeró.
Luego, Milei puso énfasis al cambio rotundo en la forma en elaborar el Presupuesto que busca implementar, algo que definió como uno de los legados que busca dejar como mandatario. En ese marco, planteó la idea de “una regla fiscal inquebrantable” que se aplicará en cada uno de los proyectos de ingresos y gastos que impulse.
Según explicó, la primera premisa de esa idea “es que el superávit primario tiene que equivaler o exceder obligatoriamente al monto de los intereses de deuda a pagar”, y aseguró que vendrán años de “abundancia” económica.
“Nuestra metodología presupuestaria va a lograr tres objetivos inéditos. Va a garantizar el equilibrio fiscal, terminando con el castigo de la deuda y la emisión; va a obligar al Estado a hacerse cargo y absorber el costo de eventuales recesiones; y para los períodos de abundancia como serán los años que vienen, va a obligar a devolver el exceso de recaudación a la sociedad a través de la baja de impuestos”, detalló.
Milei afirmó que la reducción del gasto para lograr superávit va a ser el corazón de la solución para los problemas económicos del país. También, aseguró que “el superávit va a hacer que la deuda sea sostenible; la sostenibilidad de la deuda va a bajar el riesgo país y abaratar el costo financiero, contribuyendo al aumento de la inversión y el ahorro; y en consecuencia al crecimiento económico y del salario real. A su vez implicará menor presión fiscal futura sobre los contribuyentes, lo que significará mayor incentivo para invertir”. Según afirmó, para lograr eso, el Gobierno impulsa “el plan de reformas estructurales más ambicioso de toda la historia argentina”.
Más allá de esta definición, el mandatario no dio precisiones sobre una posible baja de impuestos en lo inmediato.
Sobre el final de su presentación, Milei le envió un mensaje directo a los gobernadores, con quienes ha mantenido una relación tirante desde el inicio mismo de su gestión, más allá de algunos casos puntuales en los que ha conseguido coordinar la gestión. El mandatario aseguró que su Gobierno está llevando adelante “una guerra contra el gasto público y el costo argentino”, pero advirtió que eso debe darse también en las provincias y en los municipios.
“A los gobernadores les digo: cumplir el compromiso de bajar el gasto público consolidado a 25 puntos del PBI requiere que las provincias, en su conjunto, hagan un ajuste adicional de 60.000 millones de dólares. Nosotros ya hemos cumplido nuestra parte del acuerdo, ahora faltan ustedes”, apuntó´.
Antes del cierre, el Presidente les habló directamente a los diputados y senadores, a quienes les aseguró que el país vive “un momento bisagra” de su historia y les dijo que confía en que debatirán el proyecto de Presupuesto “con la responsabilidad y seriedad que nuestra situación actual requiere”.